Un snowboarder de 24 años quedó enterrado durante 20 horas bajo una avalancha y fue rescatado al día siguiente a una profundidad de 2,3 m bajo la superficie de la nieve. Se notó una gran bolsa de aire frente a su boca y nariz. Estaba receptivo pero se movía de manera inquieta y descoordinada. La temperatura epitimpánica fue de 22,5 °C. Tenía bradicardia (35/min) y se observó bloqueo de rama derecha con ondas de Osborn. Se inició el recalentamiento (1 °C/h) con hemodiálisis continua; la temperatura central se elevó a 29,8 °C en 4 h. A los 30 °C recobró el conocimiento. Con el recalentamiento, la frecuencia cardíaca aumentó a 90 latidos por minuto y los cambios del ECG desaparecieron; Se observaron lesiones por frío no congelante. Al día siguiente, su función pulmonar se deterioró: sobrecarga de líquido de 9 litros desde que se diagnosticó el ingreso. Con diuresis espontánea, la situación mejoró. El día 4 el neurólogo reportó polineuropatía sutil en ambas piernas secundaria a hipotermia, sin tendencia a retroceder. Este caso ocurrió hace más de 20 años pero aún no ha sido reportado. Hasta el día de hoy, este es el tercer entierro por avalancha crítica más largo jamás reportado. Discutimos las circunstancias de este accidente, el curso clínico y cómo ha cambiado el tratamiento desde el año 2000.
MARZO 2024 Bernd Wallner, Hannes Lienhart, Evelien Cools and Peter Paal. Surviving 20 Hours of Critical Avalanche Burial and a Core Temperature of 22.5 °C. Wilderness and environmental Medicine 2024, Vol 35(1) 94-99.
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